EL CONCEPTO: HUELGA.
Inquietante y conmovedor.
Ahora, un análisis de la situación conviene propicio. Usted
puede comprobar cómo seres se agrupan, se alimentan y se reproducen. Luego
también puede entender y aceptar la jerarquía-estructura que permanece y, evidentemente, no
en segundo plano.
Han venido unos señores muy encorbatados con sus maletines y complejos de
magnificencia. Son los propietarios de miles de instituciones absurdas, los encargados de pintar de colores fronteras político-administrativas en los mapas, dueños de códigos morales y de
todas las posesiones del populacho adquiridas no más que por lucro también de
dichos caballeros. Además, no sólo eso, puesto que también se conceden el honor
de poseer el destino de miles, millones e incluso billones de vidas.
El pueblo o clases de menos distinción, véase como quiera,
sobrevive o vive dentro del complejo arquitectónico que la urbe –muy bien
pensada, también– le proporciona. Hay diferentes tipos de organización para la vida en grupo; pero es
apreciable que normalmente son familias de tipo patriarcal. Se entiende muy
revelador, puesto que solo por el suceso de tener un sexo determinado se le
concede más poderío a una clase de humano desde épocas inmemoriales.
Luego, los humanos para cubrir las necesidades básicas,
obtener cosas y confundirse con lo que poseen, van al trabajo asalariado. Más bien en lo
que les permiten trabajar otros señores que deciden quién obra y por qué
cantidad de capital.
Ya se puede entrever qué clase de defecación atolondrada
tienen que soportar estos animales a diario, excremento mental posesivo; y existen, asimismo, controladores perpetuos
cubiertos de heces envinagradas. Están todos enjaulados y explotados, física y
mentalmente.
A más inri si sufren algún tipo de anomalía en el organismo
tienen que ir al médico, el cual hace falta pagar. Directa o indirectamente.
Pagar con dinero, también llamado capital y que si no lo posees puedes morir
feliz y exuberantemente.
También, para el conveniente desarrollo de los humanos
pequeñitos hay algo llamado educación (dominado otra vez por los encorbatados y el estado),
destinado al desarrollo y a la futura manipulación de las personas que crecen.

Resignación porque les están quitando la facultad de humano
y lo único que pueden hacer para escapar de esta tortura es el suicidio.
Matarse a sí mismos y quizás así poder conocer algún tipo de liberación que no
sea concedida por otros.
Sabiendo más o
menos, la organización que se produce a niveles generales en un lugar
determinado, es muy probable que llegue la situación en la que los señores (sometidos
al capital directamente y causa de sus decisiones) poseedores de todo, les
quiten aún más posibilidades a los resignados o zombies en vida.
Usted tampoco necesitará gran esfuerzo para percibir el
apogeo de injusticias que todo reconcome sin piedad. Y ellos, los del pueblo,
invadidos sin misericordia por la evasión creada para que no puedan llegar a
conclusionar: deciden salir a la calle a gritar.
Ahora se produce el hecho, también social, huelga general. Cuando los
explotados del hemisferio norte –que se diferencian del hemisferio sur porque
se creen envueltos en un halo de bienestar– se dan cuenta momentáneamente de su
situación, comprenden que han de reivindicar algo.
¿Pero reivindicar qué? Se me llena el estómago de ansiedad
al formular esta pregunta.
Desde un plano panorámico en las alturas se ven a miles de
personas en la calle, ocupando todos los resquicios de la vía, chillando y con
carteles con sus peticiones y críticas. Desde aquí arriba usted también se
puede preguntar, al igual que yo, a quién gritan tanto estas personas desde las
calles.

Ahora usted lo ha visto, estoy seguro; usted ha comprendido
que todos estos organismos, seres, individuos, sujetos, colectivos, grupos o como le guste
a usted llamarlo; han salido a la calle, más que para obtener algo, lo han
hecho para un tipo realización personal.
Vuelvo a reafirmar el concepto: realización personal; porque
parece que no saben que son miles, millones, billones, trillones o la humanidad
entera la que es esclava y endeudada del capital. Y que solo salen a realizarse
personalmente, egoístamente, porque luego prefieren irse a la cama a
estremecerse y resignarse.
Porque es una verdad absoluta que el inculco, por los
señoritos que desean gozar del poder, de que somos seres débiles y llenos de
complejos, es irrevocable. Y nos lo creemos y en lugar de hacerles saber que
no, que somos seres pensantes; nos sometemos, nos conformamos, abandonamos y lloramos y nos matamos.
Era un ser, un ente, un humano un colectivo o cosa. Eran los
de la huelga general y eran los que después de chillar un rato se iban a volver
a su hedonismo ilusiorio.